Aunque a veces haya que lamentarlo, pieles animales y ropa siempre han estado relacionados.

Ya nuestros antepasados de las cavernas usaban este tipo de pieles para protegerse del frío en tiempos de la última glaciación, cuando hacía frío de verdad y aún no había fábricas de ropa basura en el Sudeste asiático.

En época mucho más reciente, por suerte, las pieles animales han sido sustituidas en su gran mayoría por el animal print, el estampado que las imita y evita maltratar a un animal inocente solo porque mola su pelaje.

Por eso, y ya que el animal print se ha convertido en un estampado tan popular, en Sliwils queremos hablar un poco sobre la historia de este diseño y, de paso, poner nuestro granito de arena en contra de los animales que usan las pieles de otros para vestirse.

Cuando las pieles animales no eran por moda

Dicen que no se puede juzgar la historia con los ojos del presente, y es verdad: no podemos culpar a algunos pueblos históricos por vestirse con pieles de animales para protegerse del frío o, simplemente, porque no disponían de otros tejidos para confeccionar ropa: algodón, lino, seda…

Eso no quita que en la historia haya habido emperadores, reyes y otros megalómanos que vistieran pieles de animales como símbolo de poder (hombres, son todos iguales…), especialmente la de leopardo, tigre y león.

Pero a saber cuántos de esos machotes acabaron con sus propias manos con el gran felino en cuestión, como hizo Heracles (Hércules, para los romanos) con el león de Nemea…

Los felices años 20

La década de los años 20 fueron años de esplendor económico en varias ciudades de Occidente alejadas de Europa, que había sido arrasada después de la Primera Guerra Mundial.

En aquellos años de locura, consumismo y desfase crediticio, las mujeres empezaron a “reclamar” las prendas en animal print de pieles reales como un símbolo de elegancia, lejos del significado de poder físico que le habían dado en el pasado los hombres.

La piel por excelencia seguía siendo la de leopardo, usada sobre todo para abrigos, vestidos y faldas (mujeres con pantalones en aquellos tiempos, poquitas).

Con la llegada de la primera gran crisis del capitalismo, en 1929, y con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, la moda pasó a un tercer plano: fueron años de apretarse el cinturón y de llevar a cabo los “esfuerzos de guerra”.

Después de la Segunda Guerra Mundial

Con Europa nuevamente transformada en un descampado y Estados Unidos nuevamente intacto, la guerra volvió a dar paso a años mucho más felices, años en los que las celebridades femeninas de Hollywood retomaron las prendas de leopardo para transmitir sensualidad y glamour.

Fue la primera dama Jackie Kennedy quien “normalizó” el uso del animal print, bajando unas décimas la fiebre que existía por este estampado, que, no obstante, siguió usándose con el mismo significado.

Llegaron los rockeros y los punks

Después de las décadas en las que el animal print se asociaba a la alta sociedad, los rockeros y especialmente los punks se apropiaron de él para transmitir justamente todo lo contrario: la alta suciedad, el antipoder, lo alternativo, el “f*** the police”.

De hecho, seguro que todos tenemos en mente a algunos rockeros que vistieron pantalones o chalecos con animal print de leopardo, allá por la década de los 70-80.

Los movimientos animalistas de los años 90

Hasta la fecha, la mayoría de las prendas en animal print eran de pieles reales de animales, y ya hacía unos años que algunos grandes modistuchos las incluían en sus colecciones.

Sin embargo, en los 90, con los movimientos animalistas cada vez más en auge, las marcas empezaron a dejar de usar las pieles reales para sustituirlas por prendas con animal print estampado.

El animal print en la actualidad

En nuestros días, algunas firmas se niegan a renunciar a las pieles reales. Por ejemplo, famosas fueron las declaraciones del ya fallecido Karl Lagerfeld, para quien dejar de usar pieles animales supondría la pérdida de puestos de trabajo. La misma lógica aplastante de que los toros se extinguirían si no se torean.

Por suerte, dejar de usar pieles animales y pasarse al animal print es algo que caerá por su propio peso, ya que los usuarios somos cada vez más conscientes del impacto que tienen nuestros hábitos de consumo en el medioambiente.

Por eso, alternativas como el animal print o incluso el faux fur son buenas opciones para seguir luciendo la belleza de una piel animal sin las consecuencias negativas asociadas, como tener que diezmar su población.

Lejos quedan, también, los tiempos en que este tipo de estampados se usaban solo para abrigos, vestidos, faldas o pantalones de punketa. De hecho, ha dado el salto de la mera ropa a otra clase de complementos, como bambas, fundas de ordenador o carcasas para móvil.

Bambas con cordones originales y divertidos de todo tipo

 

Y hasta cordones en animal print

Nosotros, en Sliwils, apuntamos más alto, o más bajo según se mire, con la Savage, nuestra colección de cordones en animal print.

Úsalos como símbolo de poder, de elegancia, de sensualidad, de alternativo o de lo que tú quieras expresar, lo importante es que ningún animal ha sufrido para crearlos.

Y recuerda: solo los hombres y las mujeres de las cavernas tienen pieles de verdad en su armario.

Animal print zebra

Cordones animal print cebra

Animal print leopardo

Cordones en animal print leopardo

Animal print leopardo de las nieves

Cordones en animal print de leopardo azul

Animal print tigre

Cordones de animal print estampado tigre