Quienes ya empezamos a estar un poco añejos tendremos en la memoria la película Braveheart en versión VHS. En ella, aparece Mel Gibson en ropajes de tartán escocés como William Wallace, un soldado real que dirigió su país/región/lo que fuera contra la ocupación inglesa de Eduardo I.

La película es de 1995, así que ya es un poco tarde para destriparla: termina cuando a Mel Gibson alias “William Wallace” le cortan el pelo por debajo del cero.

Seguro que, gracias a este peliculón de nuestra infancia/adolescencia, fue la primera vez que muchos oímos hablar de Escocia y de descubrir uno de sus símbolos más representativos hoy día:

El tartán, el diseño “a cuadritos” de las faldas escocesas, como las que Mel Gibson y los suyos se remangaron para enseñar sus posaderas a las tropas inglesas en la mítica escena.

Por tanto, en el post de hoy queríamos hablar sobre el tartán escocés, empezando por una cuestión fundamental…

¿Se llama tartán o se llama kilt?

Entre los que vivimos mucho más al sur de Escocia y vemos el sol a diario, existe bastante confusión entre el término “tartán” y el “kilt”.

El tartán propiamente dicho se refiere al patrón de líneas verticales y horizontales que, al cruzarse, crean el característico diseño a cuadros.

En cambio, el kilt es el nombre de la falda tradicional escocesa, comodísima tanto para enseñar las posaderas a tu enemigo como para participar en una competición de lanzamiento de troncos.

El origen del tartán escocés

Aunque el tartán actualmente se asocie con Escocia (y, en general, con Reino Unido), lo cierto es que se han encontrado ropajes con diseño en tartán en lugares tan alejados de las Highlands como China. También hay registros de antiguas tribus celtas que vivían en el continente europeo y que llevaban prendas en tartán.

En realidad, estos hallazgos no es que sean muy sorprendentes: no hacía falta ser el Picasso de por entonces para crear un patrón que consiste en cruzar una línea horizontal y otra vertical…

Sea como fuere, parece que el tartán escocés fue introducido por una tribu procedente del norte de Irlanda. Eso y que, aunque hoy día el tartán se fabrique en diferentes tejidos, en su origen, las prendas estaban hechas con lana y teñidas con tintes sacados de la vegetación de la zona.

Escocés con kilt de tartán

El tartán y los clanes escoceses

En la Escocia de William Wallace, la sociedad estaba compuesta por clanes, cuya raíz se encuentra en antiguas tradiciones celtas, normandas o franconormandas. Y, en contra de lo que piensa el imaginario común, no era necesario tener lazos de sangre para pertenecer a un clan.

Estos clanes se identificaban con áreas geográficas controladas originalmente por sus fundadores, algunas de ellas reconocibles en el nombre del clan. Además, cada uno usaba un tartán con una trama y unos colores diferentes, de manera que sus miembros debían llevarlo para demostrar su pertenencia a él.

Un poco como la equipación de fútbol de la época, solo que sin el nombre de un chutabalones millonario a la espalda.

La prohibición del tartán escocés por los ingleses

“Si no puedes con tu enemigo, prohíbele sus símbolos”. Eso debió de pensar el Gobierno británico en 1747, quien, como buen imperio, prohibió el tartán escocés en las Highlands hasta el año 1782. La razón, una serie de insurrecciones por ver quién la tenía más grande (la corona).

Sin embargo, ninguna prohibición es eterna, así que, una vez levantada, el tartán escocés empezó a ser visto precisamente de la manera que más escocía a los ingleses: como un símbolo romántico de la historia y la resistencia de Escocia.

A partir de entonces, el tartán fue gozando de mayor (re)conocimiento, no solo en Escocia, sino en todo Reino Unido y en Europa.

El tartán en nuestros días

En la actualidad, encontrar la aguja en el pajar es más fácil que encontrar a alguien que no haya llevado al menos una vez una prenda en tartán (y más después de la fiebre hipster que tantas barberías abrió).

Con la explosión del sector de la moda en las últimas décadas, el tartán se usa como patrón para todo tipo de prendas: camisas, jerséis, pantalones, gorros y, por supuesto, faldas (no necesariamente de colegio pijo).

Pero, si sigues bajando solo un poquito más, descubrirás que también existen cordones para zapatillas diseñados en tartán. ¿O es que acaso este tipo de complementos siempre tendrían que ser insulsos y sin vida?

Cordones para zapatillas sliwils

Cordones diseñados con patrones tartán

Como William Wallace (aunque esperando no acabar como él), en Sliwils también nos sublevamos: contra el reinado de los looks clásicos y aburridos.

Por eso, y porque nos tomamos literalmente eso de "vestirse por los pies", nos dedicamos a crear cordones originales y divertidos con los que puedas expresar tu mundo interior.

Si el tuyo es en tartán, justo abajo encontrarás los cordones que te faltaban para ponerle el broche final a tu outfit:

Zapatillas con cordones en tartán blanco y azul

Cordones Tartán Oxford

Zapatillas con cordones en tartán de varios colores

Cordones Tartán Manchester

Bamba blanca con cordones en tartán rojo, blanco y amarillo

Cordones Tartán Liverpool

Zapatilla blanca con unos cordones con estampado tipo tartán

Cordones Tartán York

Zapa blanca con cordones de tartán morado y negro

Cordones Tartán Brighton

Zapatilla blanca con cordones en tartán rojo y negro

Cordones Tartán Birmingham

Bambas blancas con cordones en tartán negro y blanco

Cordones Tartán Cambridge

Zapatilla blanca con cordones en patrón tartán rojo

Cordones Tartán London


¿El patrón en tartán no te va? No worries! También encontrarás cordones de colores, cordones brillantes, cordones animal print… ¡Lo que sea tu mundo!

Para terminar, elijas los cordones que elijas para tu estilo, recuerda siempre lo más importante:

“¡¡¡LIBERTAAAAAAAAD!!!”