Hay un amigo (invisible) en mí
La Navidad ya está aquí. Te guste o no, ahora sí que sí. Seguro que ya has soltado los 20 pavos para el número de lotería de la empresa, porque no te gusta jugarlo, pero mucho menos que le toque a todos tus compañeros MENOS A TI. Si ya cuesta soportarlos un lunes normal, imagínatelos volviendo de las vacaciones con el Gordo… Eso si vuelven para despedirse.
Estas fechas, además del número de lotería conjunto, traen también a muchas oficinas del país el esperadísimo amigo invisible. Un regalo aleatorio que importa menos al que lo recibe que al que lo da.
Sea en el ámbito profesional o en el doméstico (sí, hay familias que no tienen suficiente con todo lo otro, que también celebran esto), el amigo invisible tiene dos normas que nadie discute:
- Regalo original.
- Presupuesto asequible.
Si vas a regalar unos calcetines, cúrratelo un poco y personalízalos con la foto del perro de tu jefe. Eso sí, que el coste no sea excesivo. Nadie ha regalado jamás un iPad por muy pelota que sea. Creo.
En Sliwils damos por hecho que eres un lector audaz y ya debes saber qué regalo de amigo invisible cumple escrupulosamente con los dos puntos anteriores y sería por tanto EL REGALO PERFECTO PARA TU AMIGO INVISIBLE.
¡Eso es! Unos cordones Sliwils. Para zapatillas o gafas, ¡tú eliges!
Y para que veas que tenemos tantos modelos como personajes haya en tu oficina, aquí te traemos un muestrario, basándonos en perfiles medios a partir de un estudio realizado por la Universidad de Inventolandia.
El gris / La gris
La persona más triste de la oficina también merece un regalo por el amigo invisible. Y un abrazo. Y como rehúyes el contacto físico, especialmente con gente rara, no tienes más remedio que obsequiarle con un detalle que le anime la vida.
En eso somos especialistas, por eso te recomendamos los cordones de la COLECCIÓN DE CORDONES DE FANTASÍA. Color, psicodelia, epilepsia… le alegrarán la rutina más que cobrar el SMI.
The flipado / The flipada
Regalar algo a esta persona da la misma pereza que al gris, pero justo por lo contrario. Hay que bajarle los humos, hacerle callar, tirarle la impresora a la cabeza… Si en la sobremesa alguien comenta algo sobre un famoso, dirá que lo conoce. Si dices a dónde piensas irte de vacaciones, dirá que va más lejos.
Así pues, para los flipados te aconsejamos nuestros modelos más normales, aunque él sea medio sub…(AUTOCENSURA ON).
Visita nuestra COLECCIÓN DE CORDONES GRISES y elige los que le pondrán los pies en la tierra al flipado o flipada de turno.
El jefe / La jefa
Que te toque el jefe debería estar prohibido. A ver, que lo está, me refiero al amigo invisible. Aquí estamos en contra del abuso de poder y de cualquier otro tipo de abuso. Esto de enredarnos tanto debe ser defecto profesional…
La relación con tu jefe puede ser buena o mala, nunca regular. Y que sea de una manera u otra lo marca que te pague bien o como a un niño que cose balones en Bangladesh. En mi caso me llevo estupendamente con mi jefe, porque colma mis expectativas, genera un ambiente de trabajo supersano y para nada me está amenazando ahora mismo con una grapadora cargada.
Tanto si tu jefe es un lobo con piel de cordero como un lince o un cerdo, con la COLECCIÓN DE CORDONES ANIMAL PRINT quedarás de lujo.
El vagoletas / La vagoletas
Nota: Volver a leer el apartado anterior.
No, es broma. Los jefes trabajan, no se sabe muy bien cuándo ni cómo, pero trabajan.
Toda empresa tiene su vagoletas o su grupo de vagoletas. Esto en la empresa privada, si vamos al mundo funcionario, lo raro es encontrar a uno que no lo sea. Dile a tu jefe que te ausentas para tu segundo desayuno de la mañana, verás qué risa.
Para los cracks de la procrastinación, los amos del “Buah, me pillas superliado”, los fenómenos del “Me lo miro mañana”, la mejor solución como regalo de amigo invisible es LA COLECCIÓN DE CORDONES FOSFORITOS. Que todo el mundo sepa dónde está en cada momento, así puede ir trabajando (por lo menos) en excusas nuevas y mejores.
El currante / La curranta
En el lado opuesto de la moneda, como la noche y el día, la sal y el azúcar, el PP y el… ¿PSOE?, tenemos al currante, quien presume de ser el primero en llegar y el último en irse. Es el mismo que va diciendo que ha venido a trabajar estando enfermo y cree que por eso le van a poner una placa al lado de la cafetera.
No es que sea un payas…(AUTOCENSURA ON) como el flipado, pero tampoco termina de caerte del todo bien. Más que nada porque, a base de currar tanto creyéndose imprescindible para la empresa, hace que los demás quedemos como el culo (menos el vagoletas).
El currante aún piensa que lo de regalar una cesta de Navidad todavía se estila (porque no se estila ya, ¿no?). Pero, para no quitarle la ilusión en estas fechas tan señaladas, le puedes regalar como amigo invisible un par de CORDONES TIE-DYE, que tienen ese rollito así alternativo, hippielongo y relajado.
A ver si así vive la vida un poquito más y baja el ritmo. Si con eso no consigues que se calme, tendrás que regalarle otra cosa cuando lleguen los Reyes Magos. Y los camellos.
El rarito / La rarita
Ojo, no confundamos al rarito con el repelente, que, aunque sean de calañas parecidas, también tienen sus diferencias. Con “rarito” nos referimos a ese que no sabes si tiene Asperger o sus padres comparten apellidos.
Es el que va a la ofi con un pantalón de cuadros azules y una camisa de rayas amarilla. O se lleva sus propios cubiertos de casa, que los virus campan a sus anchas. U orina sentado (esto no lo hemos visto, pero a imaginación no nos gana nadie. Borrar imagen).
En fin, ya está claro el tipo de compañero al que nos referimos, ¿no? Pues, al fuego con fuego, no queda otra. Seguro que unos cordones “normales” no le hacen tanta ilusión como unos de la COLECCIÓN DE CORDONES DE FLORES.
Que se los ponga con el mismo pantalón azul y la camisa amarilla, y ya sí que será un repelente total.
El guay / La guay
Odia a los mismos compañeros que tú, habla lo justo y recomienda series que nunca defraudan. Estás, sin ningún género de duda, ante una persona guay. El caramelito del sorteo, si te toca de amigo invisible tú también tienes premio, el de regalar algo a la única persona de la oficina que te cae genuinamente bien.
Por eso, la COLECCIÓN DE CORDONES VERDES le vendrá al pelo, el mismo color del que ponéis al resto de los compañeros cuando nadie os escucha.
El que te hace ojitos / La que te hace ojitos
Ya lo decía Confucio: “Donde tengas la nómina… estate quietecito/a”. Pero, ¡ah!, si las salas de impresoras, los cuartos de las escobas o los baños en las cenas de empresa hablaran… de ahí saldría una serie de televisión (Nota mental: hablar con Mediaset).
Algunos y algunas se dejan alcanzar por las flechas de Camela (el mejor grupo que ha parido madre) en el último lugar donde se lo esperaban.
Y no hay más remedio que llevarlo en secreto, sobre todo si quien te hace ojitos está por encima de ti en la jerarquía y corres el riesgo de que te llamen trepa. O de terminar en la calle, que a todos nos puede doler la cabeza algún día.
Que no estoy diciendo que sea mi caso, ¿eh? No, no me estoy poniendo como un tomate… Oye, tú eres un poco tonto, ¡¿no?! ¡¡Dejadme, que entro en reunión!!
El caso, que la COLECCIÓN DE CORDONES BRILLANTES igual son el mejor regalo de amigovio o amigovia invisible porque son los más elegantes y formales (si es que esa palabra encaja con Sliwils).
Si no quieres meterla hasta el fondo (no era un chiste) y que te descubran, no hagas como yo. Olvida las notas cariñosas, pero recuerda que los pestillos de las puertas no están ahí por gusto.
Ya has visto, Sliwils te ofrece soluciones para todo. Deja a tus compañeros boquiabiertos o a tu suegro pensando que igual no eres tan mal partido como pensaba con unos cordones bien molones y originales.
Es cierto, no hemos hecho una selección de perfiles familiares, pero vaya, creemos que son bastante extrapolables, ¿verdad?:
- El gris es tu hermano mediano, del que todo dios pasa.
- The flipado es The cuñado, la tortura de todas las navidades.
- La jefa es La suegra, y que cuándo piensas darle nietos, que se le pasa el arroz de abuela.
- El vagoletas eres tú, que siempre llegas a la cena de Nochebuena a mesa puesta y ni llevas una triste botella de vino crianza.
- El currante nunca serás tú, eso está claro.
- El rarito es tu hermano pequeño, el del internado en Suiza.
- El guay podrías ser tú, siempre que no le rías las gracias al cuñado.
- El o la que te hace ojitos… por suerte estamos en vacaciones y un problema menos hasta el 7 de enero.
Descubre aquí la colección completa de cordones para zapatillas y que te sea leve este amigo invisible.
P. D.: Si te hemos hecho tener cargo de conciencia y vas a ir a por una botella de vino, ni se te ocurra comprarlo con tapón de rosca. Es lo único que te pedimos. DE NADA.
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